29 ago 2008

La Igualdad en la Danza Oriental, los hombres también bailán Danza Oriental

Quiero romper una lanza a favor de los hombres en la Danza Oriental, tan sólo he visto un bailarín haciendo un taller como un alumno más, resulta deplorable que en Occidente, tan avanzados, tan "progres"que somos, no tengamos compañeros masculinos en nuestras clases, en nuestros espectáculos. No sólo es que cualquier forma de expresión de sensibilidad pertenece a la humanidad en general, es que la propia Danza Oriental se compone dos elementos, masculino y femenino, movimientos solares y lunares, que no se dan separados, que no se manifiestan divididos, sino que confluyen, indisolubles.

Se sitúa el origen de la Danza Oriental masculina en el Imperio Otomano, en el estilo de vida palaciega, donde las mujeres del harén estaban destinadas a procrear, fueron los hombres los que se encargaron de poner un poco de ambiente en las bacanales del sultán. Y es aquí donde entra en escena la danza del vientre con barba de cuatro días

Antes de la colonización inglesa en Egipto, era normal que los hombres bailaran, tanto aficionados como profesionales. Si los bailarines hombres desaparecieron, fue por la acción de los colonizadores británicos, escandalizados.

Al culminar la ocupación británica de Egipto, el baile masculino desapareció casi por completo, y la clase alta local entró en un rápido proceso de occidentalización, despreciando la cultura y costumbres locales. Al mismo tiempo, los británicos en su hipocresía, acudieron en masa a Oriente Próximo en busca de exotismo. Aumentó la prostitución y en 1926 surgió la sala de fiestas, dedicada exclusivamente al público occidental, en la que se inventó la bailarina oriental, pero buscando una imagen más cercana a una mujer occidental de pálida piel, y comienza a bailarse con la cintura al aire.

En Turquía, en el S.XV, había un tipo de bailarín Köchek, que bailaba para un público masculino.

Los británicos invadieron Egipto, pero no Turquía: lo que les ocurrió a los turcos es que se sintieron inferiores a Occidente y rechazaron sus propias costumbres. En los años 20 se prohibió en este país el uso de velo y de ropa oriental, y la escritura árabe se sustituyó con el abecedario occidental. También se prohibió la danza profesional masculina.

Con estos antecedentes, el copyright de la danza del vientre se sigue agarrando a los senos carnosos de una mujer, a su ombligo de melocotón, a las curvas que envuelven la cintura femenina para después explotar en unos glúteos firmes y esféricos, y siempre se habla de sus orígenes femeninos, el culto a la vida, la preparación al parto, el concepto tribal de mujeres bailando para favorecer el alumbramiento.

Hoy, 400 años después, algunos bailarines recuperan esta tradición, que está arrasando en las discotecas de Estambul. Hay famosos bailarines, y maestros en la Danza Oriental, en Egipto Asi Haskal, del que os dejo una magnífica fotografía, en Turquía Alex levanta pasiones, y en España resulta emblemático Zuel.

Aquí os dejo un video de la actuación en España, en el Festival de Frigiliana de 2008, del magnífico Asi Haskal, tuve la ocasión de hacer un taller con él, fue increible.



2 comentarios:

Eva y su peque bichito dijo...

Oe oe oe oe... Por fin comienzan las clases que después de un mes se me va a quedar atascadillo el camello y del shimy ni te digo... no me va a costar naaa arrancarlo!!

Nos vemos a las 8 y media!!

Besitos.

Eva.

Tinkertripper dijo...

Entonces te gustará saber que en nuestro centro, el profe es un chico! Un saludo desde BlayWorks